Los años transcurridos no han borrado el pensamiento y la práctica de Jaime, su compromiso con los sectores populares vinieron desde sus primeros años, cuando, siendo parte de una familia humilde (de Malimpia-Esmeraldas) trabajó en el campo y sintió las angustias por sobrevivir, tomó en cuenta las injusticias de la sociedad en que se desenvolvió.
Su empuje lo hizo ser un brillante alumno, excelente deportista; su espíritu de lucha lo condujo a lograr una perfecta combinación entre el estudio, el deporte y la actividad política, convirtiéndose en un destacado dirigente estudiantil en la Universidad Estatal de Santiago de Guayaquil.
En el año de 1966 ingresó al Partido Comunista Marxista-Leninista del Ecuador PCMLE. Abrazó las ideas de los explotados, siendo consecuente con los principios revolucionarios hasta su muerte. Por sus cualidades y trabajo tesonero se ganó un puesto en la dirección del Partido del Proletariado, llegando al Comité Central y al Buró Político. Por la consecuencia demostrada, es parte de los héroes del Partido y del pueblo, que han ofrendado sus valiosas vidas por la liberación de los trabajadores y los pueblos del Ecuador.
Participó junto a otros compañeros en la fundación del MPD en 1978, partido del que fue Director Nacional durante el período 1990 a 1994. Con alto honor representó las aspiraciones de los pueblos del Ecuador y por primera vez (en el año 1979) llegó al Congreso Nacional, para más tarde, en 1998 volver al Congreso Nacional, desde el cual, bajo la dirección de su Partido, combatió a la corrupción y desenmascaró al gobierno corrupto de Jamil Mahuad.
El crimen de Estado aún está impune, sus responsables no han sido castigados y aquellos que vieron en Jaime Hurtado, Pablo Tapia y su Partido un peligro para sus intereses aun no están sancionados por las leyes; pero sí están condenados al desprecio y repudio de los trabajadores.
La fortaleza, la unidad, el crecimiento constante del combate a la burguesía y sus intereses y el fortalecimiento de las organizaciones populares y de su Partido son la condena y el castigo para quienes enfilaron sus balas en contra de nuestros camaradas. Son once años en lo que quisieron callar la voz fuerte y elocuente de Jaime, once años en los que pretendieron desaparecer la sonrisa sincera y valerosa de Pablo, son once años en los que quisieron liquidar la ideología del proletariado y no pudieron, hoy los comunistas somos más y mañana seremos miles los que con ejemplo de los héroes del Partido derrocaremos el poder de la burguesía e implantemos el socialismo, la sociedad de los trabajadores.