lunes, 22 de abril de 2013

CONVENCIÓN NACIONAL EXTRAORDINARIA


 

¡¡Siempre revolucionarios,!!
CONVENCIÓN NACIONAL EXTRAORDINARIA
MOVIMIENTO POPULAR DEMOCRATICO M.P.D. LISTAS 15
(Tesis para  el debate)


Las elecciones 2013, resultados y lecciones

1. El proyecto político liderado por Rafael Correa alcanzó una victoria que le permitió reelegirse y  contar con una holgada mayoría en la próxima Asamblea Nacional.  El correísmo en la campaña utilizó a su favor,  toda la infraestructura, recursos materiales y humanos, no solo del ejecutivo, sino de todas las funciones del Estado, de más de 180  alcaldías y de 17 prefecturas. Desplegó  una millonaria, demagógica y efectiva propaganda a través de los medios de comunicación no sólo gubernamentales sino también de los medios privados.
Su estrategia fue exitosa,  a través de la publicidad y de la  capacidad comunicacional del propio  Correa, logró  consolidar y ampliar su apoyo electoral. Bajo la consigna de "no volver al pasado", "de continuar los cambios" alcanzó el respaldo de una parte considerable de la tendencia democrática. Bajo la cobertura de un discurso de "izquierda" que reivindica al pueblo y que fustiga de palabra a la oligarquía y al imperialismo, ofertando "el cambio en paz", el  correísmo ha cautivado a la mayoría  del electorado.
Es evidente que el discurso  correísta   ha logrado vender la idea de que las carreteras, las obras públicas, la modernización, la meritocracia y los bonos son el cambio, "la revolución ciudadana" y "el socialismo del siglo XXI". Esta intensa ofensiva ideológica y política se complementó con la demagogia populista, la política asistencialista y clientelar, la oferta de obras y empleo, la coacción, la amenaza y el chantaje.


2. En este enfrentamiento ideológico, político y electoral las fuerzas de izquierda sufrimos una derrota. Debemos destacar la entusiasta participación de miles de hombres y mujeres en la campaña de la Unidad Plurinacional de las Izquierdas,  participamos en  la batalla  con decisión y energía en todo el país,  fuimos derrotados  en medio de la pelea.
Llegamos a  la contienda electoral con un importante acumulado. Nuestro aporte en la consulta popular del 2011 permitió el triunfo del NO en 12 provincias.  Pese a los golpes recibidos el movimiento social organizado continuaba  la resistencia y protagonizó la  victoriosa Marcha por el Agua en marzo del 2012. La voluntad unitaria se cristalizó en la conformación de la UNIDAD PLURINACIONAL DE LAS IZQUIERDAS. En un proceso inédito y profundamente democrático realizamos elecciones primarias para definir al compañero Alberto Acosta como nuestro candidato presidencial. Frente a la maniobra del gobierno recogimos en tiempo record más de 200 mil nuevas afiliaciones para defender  con éxito la legalidad de Pachakutik y el MPD. En un proceso participativo construimos desde la izquierda un programa de gobierno para transformar el Ecuador. En una demostración de madurez política y voluntad unitaria se conformaron de forma conjunta el binomio presidencial, la lista de asambleístas nacionales, parlamento andino y 22 listas provinciales bajo el alianza 15-18.
 La  contienda tremendamente desigual y,  nuestras limitaciones y errores en el curso mismo de la campaña no  permitieron  a  nuestro binomio  presidencial presentarse  como opción con posibilidades reales de triunfo ante los electores y al final el voto útil nos afectó considerablemente.
Nuestras valoraciones sobre  la capacidad de recuperación del gobierno,  asediado por el descontento de las masas y envuelto en la corrupción; la real magnitud de la maquinaria electoral del correísmo; el peso de la campaña reaccionaria de Correa en contra de la lucha, de la organización social, del movimiento indígena y de manera especial la que dirigió en contra del MPD y sus candidatos reflejaron unilateralidad y niveles de   subjetivismo en la dirección.
Existieron problemas de coordinación en la campaña, nuestra propaganda no tuvo el impacto esperado, no logro trasmitir adecuada y oportunamente nuestras propuestas,  no logramos desplegar iniciativas políticas para convertirnos en la alternativa que confronte y polarice con Correa, no supimos responder  con oportunidad, persistencia y contundencia a la perversa campaña sucia  en contra de la unidad y en especial contra el MPD.
Perdimos una importante batalla pero no nos han aniquilado.  En promedio las listas de la Unidad alcanzan un 5% del electorado a nivel nacional,  más de medio millón de personas votaron por nuestra propuesta política y resistieron la avalancha correísta. La bancada plurinacional de las izquierdas contará con 5 asambleístas. Más allá de los resultados electorales, tenemos raíces muy  importantes en los pueblos del Ecuador, alcanzamos un nuevo nivel de unidad, tenemos la disposición de seguir luchando, de recuperar posiciones y de pasar a la ofensiva.


El nuevo escenario y las tareas actuales


3. Rafael Correa logró  refrendar electoralmente su  mandato presidencial y gobernará el país por cuatro años más.  Esgrime  un proyecto político de largo alcance que pretenderá afirmarse  en el poder por mucho más tiempo.  En flagrante contradicción con  su discurso "revolucionario" y  sus proclamas de construir "el socialismo del Buen vivir", este gobierno promueve la modernización del país para afirmar el desarrollo capitalista atado siempre a la dependencia de los monopolios imperialistas. Continuará en su política de entregar los recursos petroleros y mineros a las transnacionales, el sobreendeudamiento del país,  especialmente con China que impone duras condiciones.
La revolución anunciada no se ha producido. Los cambios estructurales ofrecidos no asoman por ningún lado. La mayoría de los que votaron por Correa lo hicieron esperanzados en el cambio, tienen expectativas para que se resuelvan sus problemas, y,  el gobierno deberá cumplir so pena de desencantar a sus propios electores. La política asistencialista alivia la difícil situación de los pobres pero no la resuelve.
[Para afirmar su proyecto oligárquico, el régimen apunta a golpear mucho más los derechos colectivos y sociales de los trabajadores y los pueblos, a neutralizar la organización social atacando a las direcciones consecuentes y corporativizando perniciosamente al movimiento sindical y social, para convertirlo en apéndice de la "revolución ciudadana".]
El talante autoritario y antidemocrático del gobierno se afirmará. Así lo confirman los anuncios de reformar la constitución y el nuevo código penal. La criminalización de la protesta social para disciplinar la sociedad  se acentuará como lo  prueba los casos de los 10 de Luluncoto, la sanción a los estudiantes del Central Técnico, el encarcelamiento de los luchadores por el agua  o los juicios contra  Cleber  Jiménez y Mery Zamora.

4. Levantar la Oposición Popular para  desenmascarar, enfrentar  y derrotar las políticas antipopulares y antinacionales del gobierno en todos los terrenos. No se trata de repetir consignas contra el régimen,  la tarea es ganar razón en medio del debate con la población. Al mismo tiempo debemos presentar propuestas alternativas para dar respuesta desde la izquierda a los problemas y aspiraciones más urgentes y sentidas de los pueblos.
Es necesario organizar la lucha de los sectores populares, por sus aspiraciones inmediatas y por banderas políticas generales  que unifiquen todas las luchas. Estos combates deben ser bien preparados para que sean victoriosos. Múltiples son los temas y las banderas para la movilización social en esta etapa entre ellas  podemos anotar:


·         Por la defensa de la vida y la soberanía, contra la megaminería y la deuda externa
·         Por una verdadera revolución agraria que termine con los monopolios de la tierra y el agua
·         Por la defensa de la seguridad social
·         Por la defensa de las libertades públicas sindicales y políticas, contra el autoritarismo y  la             criminalización de la protesta y la lucha social.
·         Por una verdadera reforma educativa democrática, libre acceso a la educación superior y recuperación de la autonomía universitaria

Nuestra oposición  surge desde la izquierda, desde las organizaciones populares surge para luchar por la vigencia plena de los derechos y principios alcanzados en Montecristi, es la continuidad histórica de la lucha por la transformación social. Por esa naturaleza,  la oposición popular nada tiene que ver y no puede confundirse ni en el discurso ni en  la práctica con la oposición de derecha.

5. Juntos para reanimar del movimiento social y popular.  Los verdaderos procesos de transformación social son obra de los pueblos, de su unidad, organización y lucha. El acumulado histórico del movimiento social y popular ecuatoriano, es una de sus mayores fortalezas. La experiencia organizativa y de lucha de los pueblos del Ecuador es una ventaja importante en los combates por la liberación social.
El gobierno persistirá en su política abiertamente represiva y de criminalización, insistirá en los chantajes y compra de dirigentes populares, pretenderá cooptar e incluso destruir a las principales organizaciones sociales del país. Superando  los embates recibidos y  las dificultades, el movimiento popular debe reagruparse, recuperando confianza en sus propias fuerzas.  [Estimular el protagonismo de los trabajadores y los pueblos como el único factor de transformación social, es una tarea de gran trascendencia.]
 
Debemos apoyar todas las luchas de nuestros pueblos, en el campo y la ciudad, a nivel local, regional o nacional. En las actuales circunstancias es vital levantar la solidaridad con todos los sectores que se movilizan. Alentar decididamente la organización de los sectores populares y  oponerse  a todo intento divisionista desde el correísmo es nuestra obligación.


6. Unidad siempre más unidad.  Para nosotros  la unidad es una cuestión de principios, nacimos a la vida política para unir a  las mayorías populares para luchar por instaurar un gobierno revolucionario. Somos partidarios de provocar la confluencia de todos aquellos interesados en transformar el Ecuador.
Nos reafirmamos plenamente en la tesis de que sin la unidad de los trabajadores y los pueblos, sin la unidad de sus organizaciones sociales, sin la unidad de las fuerzas de izquierda, sin la unidad de los demócratas y patriotas, no es posible alcanzar la Patria Nueva ni el Socialismo.
La conformación  Unidad Plurinacional de la Izquierdas, en la cual participamos con Pachakutik, Participación, Montecristi Vive, Red Ética y Democrática y la Corriente Socialista Revolucionaria es un gran paso adelante. Más allá de los resultados en la votación, encontramos puntos de acuerdo programático, comenzamos a procesar abierta y  fraternalmente nuestras diferencias,  construimos juntos una propuesta política anticapitalista, levantamos tesis, propuestas y candidatos comunes, con madurez superamos en buena medida prejuicios y sectarismos.
Por supuesto falta  mucho por hacer. La unidad de las izquierdas no es un asunto sencillo, se requiere voluntad política, audacia y sobretodo  persistencia.
Juntos podemos construir las iniciativas políticas y sociales para responder a los nuevos problemas que enfrentamos, y  así  dar  continuidad en mejores condiciones a lucha por la transformación revolucionaria de la sociedad ecuatoriana. Desde ese punto de vista la unidad  va más allá de la lucha electoral o reivindicativa y se proyecta a lo estratégico.
El correísmo tiene plena conciencia  de que las izquierdas unidas son la verdadera oposición y el mayor peligro para su proyecto político, por ello,  agotará todos los recursos para boicotear este proceso. Los actuales desafíos de la lucha social y política en el Ecuador requieren que la unidad se  fortalezca y se amplié a nuevos sectores de la tendencia, que continúe construyéndose desde las bases, en medio de la lucha social y política.


7. Intensificar la Ofensiva ideológica por la Patria Nueva y el Socialismo. Necesitamos redoblar y calificar nuestro enfrentamiento al reformismo en el campo de la ideas. Como mostraron los resultados electorales el correísmo ha logrado inocular en la mente de buena parte de la población sus tesis. La lucha por la emancipación social  nos plantea el desafío de  esclarecer entre la juventud, los trabajadores y pueblos del Ecuador, acerca del  carácter reaccionario de prédica correísta sobre  la "revolución ciudadana" "el socialismo del buen vivir" , "la nueva izquierda" y otros contrabandos.
Hay tener en cuenta que hay un debate  en el país, en el que se está planteando una serie de elementos teóricos que están confundiendo a la gente. Por ello es necesario esclarecer, lo que significa:


·         El papel de los trabajadores y el rol del caudillo
·         Quienes son los sujetos del cambio revolucionario
·         El Socialismo en el siglo XXI y el Socialismo del siglo XXI
·         La revolución social y la revolución ciudadana
·         Las libertades y la tiranía
·         La solidaridad y el individualismo
·         La Patria y la dependencia. 

Debemos insistir en que los cambios revolucionarios son posibles sólo con la acción protagónica de los pueblos y no fruto de la dádiva generosa de algún caudillo, como pretende hacer creer Correa. La revolución social es un cambio real y profundo de las estructuras económicas y políticas. La revolución social resuelve a favor de los trabajadores y los pueblos  las contradicciones que enfrentan a explotados y explotadores.
La "revolución ciudadana" se propone apenas reformar el capitalismo, proclama como ciudadanos iguales al empresario explotador y al obrero explotado. Pretende que el problema del Ecuador es  de capaces versus mediocres, por eso promueve tesis como la excelencia, la eficiencia y la meritocracia, siempre bajo la premisa del individualismo.
La Patria Nueva y el Socialismo es una propuesta programática para el Ecuador actual, que da respuestas a los problemas económicos, sociales, culturales y ambientales de nuestro país. Parten de romper con la dependencia de nuestro país hacia el imperialismo y de terminar con la explotación capitalista.
Recogen la vigencia plena de los derechos y libertades de nuestros pueblos, se identifican con los principios del Sumak Kawsay y la necesidad de un estado plurinacional e intercultural, la equidad de género y la preservación de la naturaleza.  Propuestas  que no son posibles sin superar el Capitalismo.
El socialismo implica la participación real de los trabajadores y los pueblos en el poder, en la toma de decisiones. El Socialismo significa democracia plena.
El "socialismo" de Correa  no es más que un capitalismo moderno, que apuntala la explotación de los trabajadores, que remacha las cadenas de la dependencia a través de un modelo extractivista que nos somete a la voracidad de las transnacionales. Es profundamente autoritario y represivo.
La ofensiva sobre la Patria Nueva y el Socialismo, debe ser multilateral y sistemática, debe darse en torno a la discusión teórica, pero sobre todo en torno a la práctica concreta, a la vida misma de nuestros pueblos, en torno a sus problemas y aspiraciones, debe ser  a través del debate, escuchando y absolviendo las dudas e inquietudes de la gente.
Debe marcar diferencias conceptuales y sobre todo prácticas con la "revolución ciudadana" y el llamado "socialismo del siglo XXI". Esta ofensiva debe organizarse a nivel nacional, provincial y debe desarrollarse en las bases populares, de cara a la gente.


8. Revolucionarios, siempre!!
Nuestro partido surgió hace 35 años,  al fragor de la lucha contra la dictadura militar, como una propuesta política de izquierda para la lucha por alcanzar un gobierno popular, patriótico y revolucionario hacia la construcción de la Patria Nueva y el Socialismo.
Nuestra trayectoria siempre ha sido combativa y consecuente para enfrentar a los gobiernos antipopulares, varios de nuestros militantes y dirigentes han sufrido la represión, la cárcel y hasta el asesinato por mantenerse firmes e inclaudicables siempre del lado  de los intereses populares y nacionales.
Siempre hemos levantado tesis y propuestas  para transformar el país, para terminar la dependencia y el saqueo de nuestra patria, contra la deuda externa y las tropas yanquis en Manta, contra el TLC y por la expulsión de la OXY, defendiendo  los derechos de las mayorías populares, el trabajo, la educación, la salud, la tierra para quien la trabaja, las libertades y derechos humanos. Aportamos con acciones de lucha, ideas y propuestas a la  aprobación de la Constitución de Montecristi, somos parte del gran torrente que ha forjado la tendencia democrática, progresista y de izquierda entre los pueblos del Ecuador.
Somos revolucionarios, esa es nuestra esencia y nuestra identidad. Revolucionarios siempre, por nuestro origen y trayectoria, por nuestros objetivos, por la acción cotidiana de nuestros dirigentes y militantes, porque nuestro programa de gobierno y nuestras propuestas responden a la necesidad   de transformar el Ecuador hoy.
Con esa convicción de ser revolucionarios requerimos enfrentar la ofensiva ideológica anticomunista que impulsa el gobierno de Correa, la oligarquía y el imperialismo,  que se sintetiza en los calificativos  de ?tirapiedras? "gente sin propuesta" "garroteros", con  los cuales buscan menoscabar nuestra imagen y aislarnos de la población.
Se trata de llegar a los sectores populares  con una imagen  que refleje nuestra identidad. Debemos poner al centro lo que somos, revolucionarios.
Nuestras acciones, propuestas, nuestros líderes, nuestros discursos, nuestra propaganda debe ponerse a tono con esta tarea. Debemos innovar y descubrir nuevas formas para potenciar nuestra verdadera imagen. Insistir en el contacto directo con la gente, que nos conozcan por los que somos y hacemos, no por lo que dice el enemigo de nosotros.  Se vuelve indispensable incursionar de forma sostenida y calificada en las redes sociales. En la lucha, por mostrarnos como somos, revolucionarios siempre, ser audaces y persistentes es la consigna.


9. Elecciones 2014,  un desafío.  En febrero del próximo año se elegirán 23 prefectos, 23 viceprefectos, 221 alcaldes, 569 concejales urbanos, 742 concejales rurales, 4025 miembros de juntas parroquiales. El control de los gobiernos locales es una parte importante en la política de consolidación del correísmo,  así como para las izquierdas  son un escenario para apuntalar, sostener y reforzar los procesos de lucha contra el sistema. Esta es una disputa política que vamos a enfrentar inmediatamente y que debemos preparar desde ya.
Es necesario recordar que el sistema electoral  que se aplicará incluye el método de Hond't para asignación de escaños, las diez ciudades más grandes incluirán la división en circunscripciones para elegir los concejales urbanos, además que en varios cantones se reducirá el número de concejales de acuerdo a su población según establece el Código de la Democracia. Todo lo cual evidentemente dificulta el obtener representantes.
En esta ocasión adicionalmente se pone en juego  la vigencia de nuestro registro electoral. Para mantenerlo se vuelve obligatorio recuperar nuestro porcentaje electoral del 2009 (5%) así como mantener y ampliar el número de concejales que obtuvimos hace cuatro años.
Políticamente para la Unidad Plurinacional de las Izquierdas es muy importante sostener y en lo posible ampliar el número de alcaldías y prefecturas. Es urgente empezar los procesos de construcción unitaria de proyectos  políticos locales, con un programa que responda a los intereses de los territorios y promueva procesos de selección de candidaturas que surjan de las bases. La política de alianzas locales  debe ser flexible pero  coherente con nuestra identidad política, puede y debe ampliarse a organizaciones y personalidades dentro de la tendencia democrática, en ningún caso con la partidocracia.
En nuestro caso las directivas nacional y provinciales deben promover los mejores cuadros para que sean nuestros abanderados, al tiempo de diseñar y empujar iniciativas políticas que nos permitan ser protagonistas en el escenario político de cada territorio.
 
10. Fortalecer el MPD como una alternativa política y organizativa para la lucha por el poder.
Para avanzar en la lucha por la conquista de un gobierno popular, patriótico, democrático y revolucionario, el MPD debe constituirse en una gran organización de izquierda revolucionaria, que afirme su personalidad política y crezca considerablemente en su estructura, cuente con dirigentes nacionales, provinciales, cantonales, parroquiales y de brigada que se destaquen cada vez más en la lucha social y política que se desenvuelve en el Ecuador.
La emepedización de la base social, es una tarea que la debemos impulsar de manera permanente y sostenida, esto nos permitirá afirmar y consolidar nuestra base social, ampliar nuestro radio de influencia, crecer dentro de las izquierdas. Este proceso lo debemos asumir desde la dirección nacional y provincial del MPD.
Debemos estrechar los lazos ideológicos y acrecentar la influencia política en los sectores que hoy son nuestra base social. Nuestro objetivo es  que estos sectores sociales que nos conocen, que confían en nosotros, asuman la conciencia y la decisión de que sólo la acción organizada de los pueblos puede conducirnos a la Patria Nueva.
Es necesario difundir nuestra política, acercarnos a nuevos sectores, a quienes levantan la lucha, a quienes anhelan el cambio, a los más empobrecidos y marginados del campo y la ciudad. Debemos hacer especiales esfuerzos por llegar hacia la población de mujeres, de jóvenes, a los pueblos y nacionalidades.
Para ser una alternativa de poder, se requiere una política justa pero también una poderosa organización. En el caso del MPD eso pasa por   calificar el funcionamiento de la estructura partidaria (directivas, comisiones, brigadas), difundir lo que somos, hacemos y proponemos, afiliar y organizar brigadas, sentirnos orgullosos de ser emepedistas, promover la personalidad y méritos de los dirigentes y militantes revolucionarios, educar políticamente a millones de ecuatorianos, son las tareas que tenemos para llevar adelante.
La brigada debe organizarse de cara a un sector social concreto, barrio, comunidad o sitio de trabajo. Debe elegir democráticamente a su directiva, y reunirse, por lo menos una vez al mes, para discutir la política, para determinar acciones
La propaganda, el autosostenimiento, la formación política,  la disciplina son tareas impostergables para el conjunto del partido. Desde la directiva nacional hasta el más nuevo militante es necesario asumir compromisos y acciones para calificar estos ámbitos de la labor revolucionaria